viernes, 29 de mayo de 2009
PRIMERAS CONCLUSIONES
De acuerdo a la información recuperada sobre prácticas funerarias prehispánicas en Palenque, los individuos eran inhumados en directamente en el suelo, sobre cistas y en el interior de cámaras. Estas generalmente se construían bajo el piso de las casas habitacionales o bajo grandes templos y palacios. Un caso único es la presencia de un sarcófago en el interior de una cripta sobre el que se construyó el Templo de las Inscripciones y donde fueron localizados los restos de Pakal el gobernante más importante de Palenque.
La importancia del hallazgo de la Reina Roja radica principalmente, en el descubrimiento de otro sarcófago dentro de una cámara mortuoria en el interior de un complejo arquitectónico. Por sus características, la tumba de la Reina Roja presenta similitudes con la del Templo de las Inscripciones. Un hecho importante que debemos subrayar es que los edificios son contiguos y forman parte de la Gran Plaza de la ciudad. En los dos casos hay escaleras interiores que conducen a la tumba y ambos contienen un sarcófago monolítico con tapa dentro de una cámara: casos únicos en el área maya. En los dos hallazgos, los personajes iban acompañados en su viaje al inframundo de individuos sacrificados. Asimismo, ambos portaban máscaras mortuorias, diademas, cuentas de jadeita, perlas y tres hachuelas pertenecientes al cinturón ceremonial; finalmente, el interior de los dos sarcófagos estaba pintado de rojo con polvo de cinabrio.
En el caso del Templo de las Inscripciones, la cripta y el sarcófago presenta una riqueza decorativa única tanto en paredes como en los cuatro lados del sarcófago y en los elementos que componen los relieves de la lápida que lo cierra. Sin embargo, la cripta y el sarcófago de la Reina Roja son muchos más pequeños y estan desprovistos de decoración y escritura glífica.
La ausencia de inscripciones no permite que pueda conocerse la identidad del personaje femenino enterrado. Por esta razón de manera provisional se le ha llamado la Reina Roja. Se puede apreciar que su rango social fue elevado puesto que después de la tumba de Pacal, es dentro de Palenque el entierro mas elaborado. Sin embargo, la ausencia de textos glíficos que acompañen a la tumba real no debe resultarnos extraño. En Palenque es común que los entierros no estén acompañados de inscripciones. Pacal es el personaje más importante hasta ahora localizado y es también el único que fue enterrado con extensos textos en donde se le identifica.
Los análisis de los restos óseos, realizados hasta este momento, nos ha revelado información relevante. En el caso del personaje principal, sabemos por ejemplo, que el hecho de haber encontrado muy juntos ambos tobillos son un indicador que este individuo, previo a su depósito dentro del sarcófago, fue amortajado. Por otro lado, la estatura que presenta, de 1.54 metros, ha sido considerada alta para la población femenina regional de su época. El cráneo presenta una modificación severa del tipo tabular oblicuo en su variante pseudoanular, cuyo tipo de deformación comparte la mayoría de la población enterrada en el centro de la antigua ciudad de Palenque.
Otro hecho importante son los incisivos superiores, los cuales son del tipo pala, una característica distintiva de las poblaciones mongoloides. Dos incisivos inferiores se presentan fusionados y faltan ambos terceros molares superiores. Hay decoraciones dentales logradas mediante el limado y resultando en la forma del tipo A1 (según la clasificación de Romero [1986]). En términos generales destaca la presencia del sarro, caries y abscesos, indicativos de una dieta poco abrasiva y una mala higiene bucal. Se sabe también por dichos análisis que este personaje ingería una dieta alta de contenido de carne y por el adelgazamiento de muchos de sus huesos, principalmente ambos parietales y en las extremidades, presentaba una osteoporosis avanzada (Romano, 1999).
Adriana Malvido narra a Crónica el hallazgo de la Reina Roja hace 12 años; el ADN confirmó que fue la esposa de Pakal, no su madre
La certeza que dan los estudios “es que la Reina Roja no es pariente de Pakal. Es decir, los últimos resultados del estudio del ADN dicen que no hay compatibilidad genética.
Entonces al ser un resultado negativo es muy importante porque se descarta que la reina sea la bisabuela o la mamá de Pakal. La mayoría de los investigadores apuesta a que sea la esposa de Pakal, aunque hay otra hipótesis que se apunta en el sentido de que pudiera ser la Señora Telaraña, que era la nuera de Pakal”
La tecnología avanza de manera impresionante, “hace diez años no se podía obtener ADN de los huesos de la Reina porque estaban demasiado cubiertos por cinabrio, y ahora se sabe que la gobernante no era madre ni abuela del Rey Pakal, sino con toda probabilidad, su esposa”.
PROCESO DE INVESTIGACION
Gracias a la interpretación de glifos, arriesgan que pudo tratarse de Hun K’Anleum, la “Señora 1 Telaraña”, una mujer encumbrada del linaje dirigente de Palenque.
La Reina Roja fue amortajada con cinabrio, un mineral rojo y pesado compuesto por mercurio, de ahí su nombre. Se presume que era una mujer de entre 40 y 45 años, de un metro y medio de altura, aquejada de osteoporosis.
Los restos óseos de la Reina Roja quien en un principio fue llamada la Dama Roja fueron encontrados dentro de un sarcófago, al interior de un templo maya localizado a un costado del Templo de las Inscripciones, donde el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubrió el sarcófago de Pakal II, hace 50 años. Por este motivo, desde 1994 se ha mencionado la posibilidad de que la Reina Roja sea una pariente cercana del monarca más importante de Palenque: Pakal II, aunque no se ha podido comprobar por la ausencia de glifos e inscripciones.
Una conclusión preliminar, cree que la Reina Roja puede ser la esposa de Pakal II, Tzakbu Ajaw.
Durante la investigación han recurrido a la reconstrucción de la fisonomía facial de la Reina Roja, tratando de identificar aquellos rasgos distintivos para después compararla con la imaginaria femenina de Palenque y encontrar personajes que podrían mostrar semejanzas. También compararon el tratamiento mortuorio de la Reina Roja y Pakal, e iniciaron una serie de estudios especiales, como los de ADN y Carbono 14, entre otros.
HALLAZGO DE LA TUMBA
Al observar el acceso principal de la tumba, a través de esta horadación, supusimos que los vanos sellados localizados en los extremos de la crujía nos pudieran llevar al acceso principal por medio de la localización de otra crujía. Por lo que decidimos explorar los vanos localizados al sureste y suroeste del recinto, en vista que presentaban la misma orientación que el acceso principal a la tumba.
Después de 15 dias de exploraciones pudimos comprobar que estos accesos presentaban escalas internas que ascendían, y comunicaban a un edificio localizado en la parte superior. Por otro lado, intentamos por medio de pozos localizar estos accesos, desde la parte exterior, con resultados negativos después de haber excavado ocho metros de profundidad.
Ante estos esfuerzos infructuosos decidimos acceder a la tumba por el vano norte. Para ello ampliamos la pequeña horadación, no sin antes comprobar la ausencia de decoración en el muro interno.
El sarcófago de se encontraba pintado en rojo (cinabrio) y tallado en una sola pieza. Sobre el descansaba una losa monolítica de piedra caliza de 2.40 metros de largo por 1.18 de ancho y 10 cm de grosor, desprovista de decoración. Un incensario con tapa yacía sobre su superficie en su parte central y al pie del mismo un pequeño malacate de hueso.
En el extremo oeste del sarcófago se localizó una osamenta en mal estado de conservación. Se trata de los restos de un individuo adolescente de unos 11 años al momento de su muerte, de sexo masculino. El cadáver fue depositado en posición decúbito dorsal extendido, con orientación norte-sur. Una de sus características principales es que presenta deformación craneana.
En el extremo este fue localizada otra osamenta la cual se hallaba en decúbito ventral extendido y con orientación de norte a sur. Se trata de un personaje de sexo femenino, cuya edad se ha calculado entre los 30 y 35 años al momento de su fallecimiento. Aparentemente estos dos individuos fueron sacrificados para acompañar al personaje principal en su viaje al inframundo.
Sobre los primeros escalones fue colocado un plato de cerámica de grandes dimensiones de color marrón y dos vasos anaranjados del mismo material. En el penúltimo escalón fue localizado un entierro secundario, compuesto de algunos huesos largos y dientes con incrustación de jade.
Tras registrar y levantar los elementos que rodeaban al sarcófago e iniciar la limpieza de la tapa, fue localizado en la parte intermedia un pequeño orificio de aproximadamente 3.0 cm de radio que atravesaba el grosor de la tapa y que nos permitió observar el interior del sarcófago, donde pudimos ver, a través de este conducto, parte del ajuar funerario.
Posteriormente se procedió a retirar la lápida monolítica que le servía de tapa, labor que nos llevaría 14 horas para levantarla aproximadamente 20 cm. Al removerla fue localizado en el fondo, con la cabeza orientada hacia norte, los restos óseos de un individuo adulto de complexión media, de sexo femenino, y de una estatura calculada en 1.54 m, con una edad aproximada al momento de la muerte entre 40-45 años. Una colección de jades, perlas, agujas de hueso y conchas cubrían y rodeaban al esqueleto. Unas 1140 piezas abrían formado parte de una máscara, collares, orejeras, y pulseras con las que vistieron al personaje para ser enterrado.
Entre estos materiales resaltaba una diadema de cuentas circulares planas de jadeita sobre el cráneo, piezas rectangulares de color verde manzana que rodeaban parte del cráneo y pecho y que un análisis de laboratorio identificó como malaquita y que por su distribución pensamos que se trate de una máscara.
A la altura del pecho también se localizó una alta concentración de cuentas planas de jadeita y cuatro navajillas de obsidiana Alrededor de ambas muñecas había pequeñas cuentas de jadeita pertenecientes posiblemente a las pulseras y a la altura de la pelvis se localizaron tres hachuelas de piedra caliza, que en seguridad formaban parte del cinturón. Entre las falanges de la mano izquierda y la pared este del sarcófago localizamos una concentración de plaquetas de jade a manera de mosaico, que por sus características probablemente es una pequeña máscara. Una de las piezas más relevante de este conjunto es una minúscula figurilla tallada en piedra caliza que apareció en el interior de una valva de concha y que se ubicaba en la esquina nordeste del sarcófago. Las paredes del sarcófago, el cuerpo y todos los elementos se encontraban cubiertos de un polvo rojo al que se ha identificado como cinabrio.